Habitar el cuento
Este artículo fue publicado el 4 de enero de 2023 en la revista El Aedo #12, un monográfico dedicado a los lugares de cuento. Podéis descargar la revista completa en este enlace.
HABITAR EL CUENTO
Lugares del cuento
Cuando hablamos de “el lugar del cuento” podemos estar haciendo referencia a dos lugares distintos:
- Por un lado, al espacio en el que vamos a contar y escuchar cuentos (un teatro, una plaza, una biblioteca), es decir, al espacio físico donde el cuentista y el público se acomodan para que el cuento pueda ser contado. A este lugar lo llamaremos el espacio físico.
- Por otro, al espacio de ficción donde sucede el cuento, al lugar donde personajes, objetos y acciones son enmarcados (Estébanez Calderón, p. 361). A este lugar lo llamaremos el espacio narrativo.
Este artículo se va a centrar en el momento en el que sucede el espacio narrativo (el segundo de los dos tipos) y su ubicación durante la narración del cuento.
Ver el cuento
El espacio de ficción del cuento contado se articula a partir de la palabra dicha: las palabras del cuentista enmarcan la historia en un contexto concreto (una aldea medieval, un bosque, un castillo, una calle de una ciudad…). El cuentista con su voz, su mirada, su cuerpo, va dibujando las imágenes del cuento. El narrador oral cuenta lo que está viendo en su cabeza: no se trata, pues, de un recitado de memoria de una secuencia de palabras, sino de una recreación de una “película” de un cuento, de una narración de viva voz de una secuencia de imágenes (Sanfilippo, p. 176). Por lo tanto, para contar, el cuentista, previamente, ha de preparar las imágenes del cuento que ha de contar (Mateo, p. 220).