Desde que apareció Libro para contar mientras se come un huevo frito, mi primer álbum (con ilustraciones de la gran Mariona Cabassa), he adquirido una lámina del ilustrador o ilustradora con quien publicaba cada libro. Tengo, por lo tanto, una pequeña colección de láminas originales que forman parte de mi itinerario como escritor. La selección de cada lámina (por qué esa y no otra) y el pensar el lugar que va a ocupar en la pared de casa una vez enmarcada es, para mí, el cierre final de cada proyecto.
Del 1 al 30 de abril, en la sala de exposiciones de la Biblioteca Pública del Estado en Guadalajara, se presenta esta exposición que cuenta con un total de 25 láminas, en su gran mayoría de libros álbum, aunque también hay alguna de algún cartel y de portadas de libros que no son álbumes. Tenéis toda la información aquí.
Esta exposición lleva dos años en espera (por motivos que bien os podéis imaginar) y, por fin, se pone en marcha. Qué alegría.
