El 7 de octubre de 2016 se publicó en Bibliotecas Abiertas esta entrevista que me hizo Alfonso Massó Cobo. En ella hablo sobre mi trayectoria personal, narración oral, cultura, etc. Podéis leerla en su web o, directamente, aquí debajo.

 

¿Cómo se describiría a sí mismo Pep Bruno?

Soy una persona que disfruta mucho de su familia, que le apasiona su trabajo y que le gusta leer, ver cine y dar largos paseos. 

 

¿Cuál ha sido su trayectoria académica y profesional?

Mi trayectoria académica ha sido larga, estudié cuatro carreras y terminé tres (dos licenciaturas y una diplomatura, tal como se denominaban en aquellos años), empecé el doctorado y pasé varios años en la Universidad de Alcalá con una beca de investigación. Pero el camino de la formación para mí no ha terminado, sigo estudiando y reflexionando sobre mi trabajo.

Y mi trayectoria profesional es algo más aburrida: pasé varios años picoteando en trabajos diversos (camarero, monitor de natación, monitor de tiempo libre, educador en un piso de menores tutelados...) hasta que, hace 23 años, quedé atrapado por la palabra dicha e hice de contar cuentos mi oficio y mi pasión.

 

Entre sus muchas actividades destaca la de narrador oral ¿de dónde le viene la vocación por contar historias?

En casa siempre hemos disfrutado de un gran narrador espontáneo, mi padre, y de muchos y buenos conversadores en la familia; creo que de ahí viene mi gusto por la escucha y la palabra dicha.

Por otro lado también he sido un buen lector y desde niño contaba con mi pequeña biblioteca, mis padres se preocuparon de que así fuera; creo que de ahí viene mi gusto por las historias.

Y por último, vivir en Guadalajara ha sido determinante para que mi oficio acabe siendo el de cuentista. En Guadalajara se celebra uno de los grandes eventos de narración oral en nuestro país (y posiblemente uno de los de mayor relevancia mundial), el Maratón de los Cuentos de Guadalajara, aquí la narración oral cuenta con muchos espacios y hacer de contar cuentos tu oficio no es algo extraño. Estoy seguro de que vivir en Guadalajara ha sido determinante para mí a la hora de abrazar esta profesión.

 

Como narrador oral ha participado en numerosos festivales por toda España, Europa, América Latina y África, ¿se valora de igual manera está disciplina en todos los países? ¿Ha notado diferencias de unas partes del mundo a otras?

Te voy a contestar desglosando la respuesta en tres puntos:

El primero hace referencia al hecho de contar y escuchar historias, esto es algo muy cercano a la gente (lo hacemos continuamente), por eso, ante la perspectiva de escuchar cuentos, en general la recepción suele ser muy positiva sea cual sea el país. Ahora bien, la escucha y la atención activa es algo que cada vez se cultiva menos entre los niños y niñas de muchos países occidentales, allí la infancia dedica mucho tiempo a las pantallas y poco al juego y al cuento. Este asunto presenta un problema social no menor y que no solo afecta al ámbito de la narración oral (por ejemplo, no se puede estudiar si no se es capaz de escuchar o entender lo que se escucha).

Un segundo punto sería la vitalidad de la tradición oral, en este sentido hay diferencias muy grandes entre unos continentes y otros, entre unos países y otros, entre unos pueblos y otros (de un mismo país). Por ejemplo en Guinea Ecuatorial, en muchas aldeas de la cultura Fang, todas las noches de luna llena se cuentan cuentos en La casa de la palabra (algo así como la casa comunal) de manera natural; ahí la pervivencia de la tradición es grande. Sin embargo es muy raro encontrar en la actualidad espacios espontáneos de narración oral tradicional en España, por ejemplo.

Y por último, una tercera cuestión sería la presencia del oficio de contar cuentos en los diversos países (y continentes). Este es un oficio viejo (acaso el más viejo del mundo) pero también muy nuevo (con apenas 30/40 años de recorrido en su versión contemporánea) y todavía hay muchos lugares donde no ha llegado la buena nueva del resurgir de esta profesión. En este sentido los festivales que incluyen en su programación a narradores profesionales (del mismo o de otros países) suman a la hora de dar visibilidad a este oficio.

Estas tres cuestiones (el hábito de la escucha, la pervivencia de la tradición y la visibilidad del oficio) son las que hacen que se valore de distintas maneras esto que hacemos quienes contamos cuentos en los distintos lugares a los que vamos a contar.

 

Otra de sus facetas es la de escritor de literatura infantil, ¿cuál es el ultimo libro que ha publicado?

Mi último libro publicado es "Cuentos mínimos", una selección de 50 cuentos brevísimos (antes publicados en Twitter) con ilustraciones de Goyo Rodríguez que publicó la editorial Anaya. 

Este verano estuve escribiendo nuevos cuentos de Escarabajo y sus amigos ("Escarabajo en compañía", con ilustraciones de Rocío Martínez, en editorial Ekaré), espero tenerlos pronto listos para enviarlos a la editorial y ponernos a trabajar con Rocío y la gente de Ekaré, que son unos grandes profesionales.

 

¿En qué proyectos anda trabajando ahora? Si no me equivoco acaba de regresar de Argentina y ha comenzado otra nueva temporada en Radio Castilla-La Mancha y algo hay de un club de lectura on-line. ¿Nos puede dar más detalles?

Sí, acabo de volver de Argentina donde pasé quince días dando talleres y contando, me encantó volver a este país hermoso. Sobre lo que ando preparando te puedo decir que el programa en Radio Castilla La Mancha con Juan Solo está funcionando ya a toda máquina, con dos invitados, recomendaciones de artículos y libros, y un cuento contado cada programa; podéis acceder a todos los contenidos aquí [enlazar blog].

El proyecto de El Andariego pronto verá la luz y el club de lectura en línea parece que se retrasa por el momento. 

De cualquier manera siempre ando con varios frentes abiertos: leer más, escribir más, preparar nuevos cuentos para el repertorio de contar, alimentar el blog y la web, preparar nuevos libros para la editorial... si no fuera porque estoy enamorado de este oficio ¡no sé si podría con todo!

 

Habiendo recorrido medio mundo por su trabajo, seguro que también ha realizado numerosas actividades en las bibliotecas de Castilla-La Mancha, ¿recuerda cuál fue su primera actuación o actividad? ¿Ha trabajado con bibliotecas de la provincia de Cuenca?

Claro, si Guadalajara fue la que me impulsó a contar, Castilla La Mancha fue la que me hizo narrador profesional. Durante los años en los que el programa Biblioteca Abierta y su catálogo de actividades estuvo funcionando muchos de nosotros aprendimos de verdad el oficio: fue en Castilla La Mancha donde hicimos kilómetros de cuentos, nos curtimos con públicos diversos, disfrutamos de bibliotecas (y bibliotecarias) y colegios (y maestros) maravillosos, y contamos, contamos y contamos sin descanso. Las bibliotecas y colegios de Castilla La Mancha fueron mi escuela, ellas me permitieron crecer como narrador y consolidarme como profesional de la narración.

Sí, recuerdo perfectamente la primera vez que conté y cobré por ello, fue en diciembre de 1994 en la biblioteca pública municipal de Azuqueca de Henares (Guadalajara). Y también recuerdo muchas y muy buenas funciones de cuentos en bibliotecas de Cuenca: San Clemente, Priego, Cuenca, Mota del Cuervo, Barajas de Melo, Landete, Cañete, Cañamares, Motilla del Palancar, Quintanar del Rey, Albalate de las Nogueras... ufff, me dejo muchas, creo que a lo largo de estos años he pasado por casi todas las bibliotecas públicas de esta provincia. Qué suerte tengo.

 

A nivel personal, ¿frecuenta las bibliotecas? ¿Tiene el carnet de alguna?

A nivel personal voy a bibliotecas cuando estoy buscando algún libro que no consigo comprar (y es raro, porque compro muchos libros y casi siempre acabo por dar con ejemplares de títulos difíciles de encontrar o agotados) o que es especialmente raro o sólo lo preciso para alguna consulta puntual. Normalmente acudo a la biblioteca de Azuqueca de Henares, a la de Cabanillas del Campo (mi pueblo) y a la de Guadalajara. También a la Biblioteca Nacional, en Madrid. Y sí, tengo carnet de estas tres (aunque ahora con el catálogo regional uno solo ya vale para todas las bibliotecas de la región) y de la Nacional. Pero piensa que tengo muchos y muy buenos libros en casa. Tengo una biblioteca que rondará, fácilmente, los 8.000 ejemplares.

También voy para asistir como público a actividades ¡cuando no coinciden con horas en las que estoy trabajando!

 

¿Cómo ve su futuro? ¿Piensa que siguen siendo útiles en la era de internet y las nuevas tecnologías?

Creo que como nos pasa a muchos autónomos y a muchos trabajadores de la cultura, veo el futuro complicado, especialmente con estos gestores de lo público que, salvo alguna extraña y admirable excepción, padecemos en este país. 

Aun así soy optimista porque aunque haya tantas trabas, dificultades, complicaciones... el camino está lleno de mucha y muy buena gente con la que compartir los buenos (y los malos) ratos.

En cuanto al futuro de la narración oral creo que es precisamente en esta sociedad tan tecnificada donde más falta hace contar y escuchar cuentos, donde más precisamos que nos miren a los ojos y nos sintamos reconocidos en los otros, donde más urgente es alimentarnos de la ficción poderosa que los cuentos traen.

 

¿Y de la cultura en general?

La cultura en general en nuestro país tiene muchos problemas endémicos y otros muchos sobrevenidos en estos tiempos de crisis y alimentados (incluso promovidos) por los malos gestores de lo público. No hablo solo del IVA cultural, hablo de cuestiones fundamentales como el estatuto del artista, las condiciones laborales, las malas prácticas, etc. En este país tratar de vivir dignamente trabajando en cultura es un acto de heroicidad en muchos casos. Y es algo que resulta incomprensible porque España podría ser una gran potencia cultural mundial, pero nadie parece tomarse este asunto en serio. Da mucha envidia ver la profesionalidad, la tenacidad, la claridad de ideas, el empeño... con los que se trata la cultura en países vecinos como Francia y Reino Unido, cómo se mima, se cuida y se vende: es la gran bandera de esos países, una seña identitaria, el referente que exportan, un elemento fundamental que acaba por convertirse en una de las grandes industrias y motor de la economía del país. Aquí, sin embargo, la cultura (y quienes han hecho de ella su modo de vida) no solo no se cuida, sino que en muchas ocasiones hasta se maltrata.

Aun así, insisto, soy optimista porque cada uno podemos ir cambiando nuestro pequeño entorno: asistiendo a espectáculos culturales, programando espectáculos (y contratando a personas que facturan de manera legal), alimentando la creación de públicos, promoviendo la mirada crítica sobre la cultura...

 

¿Nos recomienda un libro?

En estos días acabo de leer Stefano, de Ana María Andruetto, publicado en España por SM, me ha parecido un libro estupendo. Una lectura que es un regalo.

 

¿Y una película?

Una película que tiene que ver con la narración oral es "La camarera del Titanic", de Bigas Luna, la he disfrutado en varias ocasiones y es muy interesante ver cómo la narración se va apropiando del narrador. Está basada en un libro con el mismo título de Didier Decoin (también muy recomendable).

 

Su serie favorita.

Para mí Los Soprano sigue insuperada.

 

Una canción

Un himno en muchos momentos de mi vida: "Born to be wild", de Steppenwolf.

 

¿Una aplicación móvil que use o haya descubierto recientemente?

Creo que la que más uso es la del Diccionario de la RAE.

 

Para terminar, creo que cada noche en twitter publica un microcuento, ¿nos podría contar uno?

Aquí os dejo algunos de los que he publicado recientemente en @pep_bruno con el hagstag #CuentoPB, espero que os gusten:

 

"La noche parió un día: éste, en unas horas, creció y se hizo un apuesto atardecer que amó a la noche. La noche parió un día..."

 

"Esa llave no abría esa puerta que no cerraba esa casa que no estaba en ese barrio. El tipo, confuso, se miró al espejo (y no era él)."

 

"Para cantar agudo aspiraba helio antes de salir a escena. Sin embargo sólo fue recordado por el día que empezó al evitar sin más."

 

"El minotauro dio con la salida del laberinto. Parado en el umbral, mirando afuera, pensó: ¡la entrada al laberinto! Dio media vuelta."

 

Saludos cordiales